El superclásico fue aburrido y terminó empatado

Diego Salum

Boca y River igualaron 1 a 1 en La Bombonera, ante una impresionante cantidad de público. Palermo abrió el marcador con un gran gol, y Gallardo estampó la paridad con un tiro libre. Se pegaron mucho y se olvidaron de jugar.

Boca y River no se sacaron ventaja y aburrieron en una nueva edición del superclásico del fútbol argentino. El partido fue malo y opacó la fiesta que ambos equipos demostraron desde las tribunas. Fue 1 a 1 en La Bombonera, con goles de Palermo y Gallardo. Cualquiera pudo haberlo ganado.

En la previa se habló mucho sobre la ausencia de Riquelme en el local y si Gorosito pondría a Fabbiani como titular para el millonario. Lo cierto es que el xeneize sintió la falta de su enganche y el Ogro no tuvo ningún tipo de incidencia en el partido.

Se pegaron mucho, y el árbitro Gustavo Bassi fue demasiado permisivo con algunos jugadores que se tendrían que haber ido antes de los 90 minutos. Battaglia, Vargas, Morel Rodríguez y Nicolás Sánchez se salvaron de haber sido expulsados por reiteración de faltas en un cotejo que fue trabadísimo en el mediocampo.

En el primer tiempo hubo poco para rescatar. Boca atacó un poco más por el sector izquierdo con las llegadas de Gaitán y la velocidad de Palacio. River no tuvo situaciones y tampoco encontraba la pelota.

En el comienzo del complemento, se vio un cambio de actitud en el local, que salió decidido a buscar la victoria. Sin embargo, con más desprolijidad que de costumbre, los de Ischia no conseguían incomodar demasiado al arco de Vega.

A los 14’ de la etapa final, tras un contraataque bien comandado por Palacio, Palermo recibió a 25 metros del arco y sacó un remate potente de zurda que desató la alegría del pueblo boquense. En ese momento, el xeneize era más y merecía ponerse en ventaja.

A partir de la apertura del marcador, Gorosito incluyó a Buonanotte por Fabbiani (se fue silbado por los hinchas de Boca) y a Rosales por Bou, en busca de un poco más de claridad en ataque. La respuesta no tardó en llegar. Una gran jugada del Enano terminó con un foul en la medialuna del área. Tras una definición exquisita, Gallardo clavó el empate a los 24 minutos del complemento.

La igualdad le dio a River más aire y se animó un poco más. Adelantó sus líneas y controló la pelota hasta el final del partido, pero sin demostrar muchas ideas para ganarlo. Cerca del final, el colombiano Falcao se perdió el gol del triunfo para la visita, cuando marró un mano a mano contra Abbondanzieri.

Hubo poco para rescatar de un partido en el que ambos fueron mezquinos. Es cierto que este tipo de encuentros suele ser de mucho roce y poco juego, pero por lo que se había generado en la previa prometía un espectáculo mejor. El resultado los aleja a ambos de la pelea por el Clausura, aunque Boca queda mejor parado porque está clasificado para los octavos de final de la Libertadores, donde River la tiene complicada.