Game, set & match

Diego Salum

6-1, pero no es un resultado de tenis. Bolivia aplastó a la Argentina en la altura de La Paz con una actuación para la historia. Botero fue la figura del encuentro y anotó tres goles. Los de Maradona no tuvieron reacción y se fueron ahogados de goles.

La polémica en torno a si es o no difícil jugar en los estadios que superan los 3 mil metros sobre el nivel del mar no es nueva. El aire tiene, a esas elevaciones, menos oxígeno y es por eso que cuesta respirar. Pero a la Selección Argentina el tabú parece haberle ganado antes de entrar a la cancha: Bolivia le propinó una categórica goleada por 6 a 1 y desató una debacle anímica dentro del plantel de Diego Maradona.

En la previa se había hablado mucho del factor “altura” y sobre cómo las selecciones de Bolivia, Ecuador y Venezuela lo utilizan en las Eliminatorias. Pero esta vez el equipo del altiplano fue muy superior a su par albiceleste en todos los aspectos del partido, y se llevó una victoria merecida que quedará marcada en la historia.

Desde el comienzo del partido, el equipo dirigido por Erwin Sánchez se dedicó a presionar y a buscar ahogar al rival. El planteo ofensivo presentado por el DT boliviano sorprendió a los jugadores argentinos que comenzaron a desordenarse con el correr de los minutos. La ventaja no tardó en llegar para el local.

En los primeros minutos Carrizo ya había sacado varias pelotas de gol y los defensores albicelestes no daban pie con bola. El dinamismo de Botero y su olfato goleador fueron las dos claves del triunfo. Estuvo bien acompañado por la velocidad de Torrico y el desequilibrio de Martins. Precisamente éste mismo fue quien abrió el marcador con una gran jugada en el área chica argentina, que terminó punteando la pelota a la red.

Inmediatamente Maradona mandó al equipo a atacar e intentó motivarlo, pero el juego de la visita pasaba por algunos destellos que pudieran mostrar Messi o Tevez. El empate llegó con un remate de afuera del área de Lucho González que le picó mal al arquero y se le metió.

Sin embargo, la igualdad no marcaba lo que estaba ocurriendo hasta ese momento. Bolivia siguió atacando y consiguió el desnivel con un penal. Zanetti no llegó a despejar a tiempo una pelota en el área y terminó por cometer la falta. Botero cambió por gol y desató la alegría del público en el Hernando Siles de La Paz.

La segunda etapa fue mucho más dispareja que la primera. El conjunto local terminó por inclinar totalmente la balanza a su favor y se despachó con una gran actuación colectiva. Botero estiró la diferencia apenas comenzado el complemento y eso sentenció las chances argentinas de empatar. Luego metería el 5º tanto. Da Rosa y Torrico fueron los que completaron el marcador, digno de un partido de tenis.

El segundo tiempo de Bolivia fue perfecto, como si se tratara de un equipo que peleara bien arriba en la pelea por clasificar a Sudáfrica 2010. El equipo argentino quedó diezmado anímicamente desde el primer tiempo. El ahogo y altura fueron las palabras que se cayeron de las bocas de los jugadores albicelestes tras la derrota.

Lo cierto es que este traspié dejó en evidencia la falta de trabajo que le hace falta a Maradona. Los errores defensivos en conjunto con la floja actuación del resto del equipo fue una combinación que terminó por lapidar la goleada conseguida ante Venezuela unos días atrás. Dudas, malestar y excusas quedaron tras la derrota estrepitosa ante Bolivia. La altura influye, pero la Selección había perdido el partido antes de entrar a jugarlo.