14 April 2009

Por mezquino

Lisandro Bonaccorso

Central no apostó a ser protagonista de local en una final ante Racing y lo pagó caro. Perdió 1 a 0 por un tiro libre y quedó en promoción. Caruso volvió a festejar en el Gigante.

Rosario Central disputó un partido clave en el Gigante de Arroyito ante un rival directo en esta lucha por escaparle al descenso directo y a la promoción y la perdió. Las causas de esta derrota son simples. El planteo táctico empleado por Merlo fue mezquino y Racing, sin hacer mucho, lo ganó por medio de una pelota parada.


La semana había arrancado convulsionada debido al cortocircuito que generaron las polémicas declaraciones de Ezequiel González sobre la forma de juego que le gusta y que plantea “Mostaza”. El “10” debía jugar este partido más que cualquier otro, pero Merlo, nuevamente, se inclinó por una alineación más cautelosa poniendo a Omar Zarif.


El primer tiempo fue muy malo. Racing manejó un poco mejor la pelota y Pablo Lugüercio desperdició las pocas chances que generó la visita. Central, a puro pelotazo, no incomodó el arco de Migliore, salvo un cabezazo desviado de Valentini que apareció en soledad luego de un tiro de esquina enviado por Lima.


En el entretiempo Merlo olvidó sus diferencias con Ezequiel y lo mandó a la cancha en lugar del flojo “Turco” Zarif. Igual el partido siguió siendo malo y los de Caruso Lombardi seguían un poco mejor.


Aveldaño avisó con un golpe de cabeza que se estrelló en el palo del arco defendido por Broun. Central ya demostraba algunas desatenciones en su última línea. Hasta que a los 30 minutos Borzani cometió una infracción en la puerta del área al recién ingresado Grazzini y Franco Sosa abrió el marcador tras un tiro libre no tan complicado donde el arquero canalla tuvo una floja respuesta.


Luego de este baldazo de agua fría, Central comenzó a intentar atacar con más ganas que fútbol. Franzoia, que hacía pocos minutos había ingresado, hizo una buena jugada que pudo haber sido el empate, pero su definición se fue por arriba del travesaño. Más tarde Milton Caraglio tuvo su única chance en todo el partido. El goleador recibió un pelotazo en la puerta del área grande, la paró de pecho, giró, y de bolea sacó un fuerte remate que encontró bien ubicado a Migliore.


Bassi, de correcto arbitraje, marcó el final y Central se quedó con las manos vacías en un partido que debía ganar como sea, ya que estaba igualado con los de Avellaneda en el promedio y de conseguir la victoria hubiera salido de la zona de promoción. Racing se llevó los tres puntos y Caruso volvió a festejar en el Gigante.


Esta derrota marcó la primera vez que le convirtieron al Central de Merlo en un segundo tiempo, rompió el invicto del entrenador, dejó a los canallas en promoción y sembró dudas sobre el futuro del equipo.


Para colmo “Mostaza” se fue (ver aparte) y el sábado Central visita a otro necesitado, Gimnasia de La Plata. Quedan diez finales y la situación es complicada, ahora también depende de los resultados que consiga Racing para salir de la zona caliente.

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